En estos momentos donde enfrentamos una crisis de salud y económica ante la pandemia COVID-19, muchas empresas y la población en general estarán en dificultades financieras, analizando cómo recortar u optimizar gastos que les permita mantenerse a flote posterior a la reactivación productiva y comercial, a fin de evitar llevarlos a una quiebra.
En el informe titulado “El impacto del COVID-19 en la economía de El Salvador: algunas consideraciones de política macroeconómica para hacer frente a la crisis”, publicado por FUSADES el 25 de marzo del 2020 tiene por objetivo realizar un bosquejo preliminar de los impactos económicos que tendrá la pandemia del COVID-19 en El Salvador. A partir de aquí se investiga y analiza como los países pequeños sufrirán una crisis de salud y un doble impacto a sus economías; primero: las medidas urgentes de distanciamiento social para hacer frente a la epidemia, han paralizado el desarrollo de la industria y comercio e impactado de manera significativa, con shocks económicos en la oferta y demanda; Segundo: será la transmisión internacional de una gran recesión e impacto de la alta tasa de endeudamiento; resultando fuertemente perjudicadas las pequeñas y medianas empresas (PYME).
Ante dicho escenario y lo que nos compete, una de las opciones técnica-económica más bondadosa para ello es el ahorro en la factura de energía eléctrica, mediante el aprovechamiento de la energía solar en modalidad de “autoconsumo” y mejoras de eficiencia energética para su establecimiento.
Como ya es conocido, en el caso de la energía solar fotovoltaica, desde el 2018 existe ya en nuestro país una “Normativa Técnica para usuarios finales productores de energía eléctrica con recursos renovables”, emitida por la SIGET. Una norma bastante depurada con la cual es factible la interconexión de una Planta Solar FV a la red de distribución eléctrica (DELSUR y AES El Salvador), con el fin de autoconsumo de la energía producida por el usuario, minimizando su factura de energía eléctrica.
Este tipo de proyectos, si bien requieren de una inversión inicial, su financiamiento para el mismo podrá obtenerse de “Líneas de Crédito Verdes” que ofrece la banca localmente, bajo condiciones de crédito favorables, o también bajo la modalidad de “Leasing Financiero de Corto Plazo”.
Entre los beneficios que ofrecen estos proyectos, además de los grandes ahorros económicos, es importante mencionar el fomento al uso de energías limpias no contaminantes, amigables con el medio ambiente. Por otra parte, se presenta una oportunidad solidaria de crear fuentes de empleo para técnicos y profesionales en este creciente sector de energías renovables en El Salvador.
Francisco A. Martinez
Director en EnerNova, S.A. de C.V.
francisco.martinez@enernovasa.com